Seguimos con la resaca de los Juegos Olímpicos, y qué mejor para conllevar el duro trance de dejar de ver a tanto chulo ligero de ropa que una foto de Michael Phelps en la bañera. La fotógrafa Annie Leibovitz le ha colocado así de sugerente. Por cierto, ¿es cosa mía o le ha añadido un "bulto grande y sospechoso" en el speedo?
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